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Para algunas emprendedoras, aprender el tejemaneje de las ventas es un gran reto, pero no imposible de superar. Para comenzar a impulsar tus habilidades para vender, toma en cuenta estos 10 tips.

Encuentra tu zona de confort. Sentirte a gusto con las ventas es un primer paso esencial para cualquier. Para obtener el conocimiento desde dentro y la seguridad que necesitas, podrías trabajar temporalmente en un negocio similar. Busca la orientación de un mentor o un coach, o inscribirte en un curso de ventas.

Define tu público meta. Identificar un público meta específico te ayudará a refinar tu estrategia de venta y ser más eficiente. Digamos que tu negocio son las fotocopias ¿Tu público son los estudiantes? ¿los padres que ayudan a sus hijos?  ¿los oficionistas? ¿las personas que hacen trámites y necesitan sacar fotocopias de documentos? Con frecuencia la gente se equivoca porque trata de ser todo para todo el mundo. Para vender tienes que segmentar tus esfuerzos.

Analiza los hábitos de consumo de los clientes. Una vez que hayas identificado a tu audiencia, presta mucha atención al comportamiento de los clientes. Por ejemplo, si estás vendiendo un artículo que tiene un precio alto, notarás que los consumidores con frecuencia se toman más tiempo para decidir. Eso significa que debes planificiar que pasaras  más tiempo cerrando el trato.

Sé cariñosa con tus primeros clientes. Cuando estás comenzando debes hacer todo lo posible por agradar a tus primeros clientes, incluso si eso significa que tu ganancia sea menor. Esos primeros clientes ayudarán a generar una reputación y serán tus primeros embajadores en divulgar si el servicio es bueno o malo.

Tómate tu tiempo para establecer relaciones. Uno de los grandes errores que cometen las emprendedoras es no construir relaciones con sus clientes. Recuerda siempre que tú los necesitas, tanto con ellos necesitan tus productos.

Mantente en el radar. Una vez que te hayas compenetrado con los clientes, busca maneras de reforzar la recordación de tu marca, por ejemplo, mediante el envío regular de boletines acerca de tu negocio. Actualiza tu blog, la sección de eventos en tu página web y el perfil de Facebook de tu compañía.

No saques conclusiones. Con demasiada frecuencia saboteamos nuestras ventas al asumir que sabemos lo que los clientes necesitan o están dispuestos a pagar. Más bien trata de plantear a los clientes tantas preguntas como puedas para averiguar qué es lo que está impulsando su compra y en qué criterios se están basando para tomar sus decisiones.

Establece una rutina diaria. Es fácil descuidar la prospección de ventas cuando eres tú quien se ocupa de todas las áreas de tu negocio. Para evitar caer en ese pozo, crea una rutina de ventas. Eso podría significar reservar una hora al día a realizar llamadas de prospección o establecer una meta semanal de reuniones con al menos 10 clientes potenciales.

Exhibe tu éxito. Tu página web es uno de los puntos de contacto de tu negocio (si es la que tienes), pero también lo es tu negocio si este es físico. La imagen importa y todo su emprendimiento debe verse limpio, transparente e inspirar confianza.

¿Te sirvieron estos consejos para comenzar tus ventas? Cuéntame cómo lo estás haciendo.