Si tienes una buena idea o un buen proyecto, pero no puedes explicarlo para venderlo, eso no será suficiente. Un "pitch" es el discurso que usas para presentarlo, y para que sea eficiente debe ser impactante, preciso y llamar la atención de la otra persona. 

Antes de cualquier cosa, pregúntate si tu discurso infunde confianza en tu equipo o en cualquier persona que te escuche. ¿Puedes explicar de qué se trata tu negocio? ¿Eres capaz de comunicar tus ideas con claridad? Para responder sí a todas esas preguntas, sigue estos consejos: 

1. Anda al grano: en el mundo de hoy, el tiempo es cada vez más escaso. Por eso, tendrás que crear un pitch que explique de manera precisa y concisa de qué se trata tu proyecto. Sin adornos, pero que a la vez enganche a tu interlocutor. 

2. Establece la necesidad: ¿qué problema resuelve tu producto o servicio? Convence a quienes te escuchan de que estás solucionando algo; cómo afecta a las personas y por qué tu idea será un aporte.

3. Haz un mapa conceptual: ordena tus ideas de forma visual, para que sea fácil de entender y de recordar. En concreto, que incluya un título, tres beneficios clave y ejemplos o estadísticas. 

4. Define a tu competencia: y luego de hacerlo, muéstrales cuál es tu ventaja competitiva por sobre ella, o en qué se diferencian. Aquí también puedes hablar de un segmento que tu competencia no esté considerando. 

5. Presenta a tu equipo: tu marca no eres tú solo, por eso, es importante mostrar quiénes están contigo en este barco y por qué son de tu confianza. Hacerlo te mostrará como un negocio sólido y listo para crecer. 

Ahora, si ya dijiste todo, no digas nada más. Puede que rellenar te haga decir cosas que no son necesarias y ensucien el pitch que tan bien armaste. Y recuerda, si la respuesta es no, no supliques, hacerlo no hará que se convenzan de tu idea. Mejor, arréglala para la próxima oportunidad que tengas. 

Para comunicarte de forma efectiva recuerda siempre: 

• Mirar a los ojos
• Escuchar sin interrumpir
• Responder las dudas
• Ser respetuoso
• Pronunciar bien las palabras
• Tener un adecuado volumen de la voz

Por último, ¡que se note que te apasiona tu proyecto! ¡Habla con energía!