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Muchas veces hemos escuchado el concepto de “estacionalidad” y no sabemos de qué se trata. La estacionalidad es un elemento clave porque nos permite identificar las oportunidades para fortalecer nuestro negocio, aumentar las ventas y hacer crecer la cartera de clientes.

Es bueno aclarar que no se trata de buscar el mejor tiempo, en términos de clima para aprender, porque en ese caso todos los negocios serían de verano y primavera. No, la estacionalidad tiene que ver con identificar los meses que tu negocio planifica, compra material y vende, es decir el ciclo de vida.

Pensar que todos los negocios operan de igual es un error, porque cada rubro del emprendimiento tiene su propio ciclo de vida. Así por ejemplo la agricultura tiene meses de mayor movilidad y ventas y otros vinculados más que nada al manejo de tierra, en que quizás no se vea movimiento económico, pero hay inversión.

En el caso de la pesca, hay periodos de extracción de ciertos productos y otros vinculados al arreglo de las máquinas y de todo el instrumento de trabajo, y otros además relacionados con el procesamiento de las materias primas extraídas.

El verano generalmente se relaciona con un periodo positivo para el turismo y el comercio, esto ya que las ventas se producen en esas fechas, sin embargo, es durante el invierno cuando se compra el capital de trabajo necesario.

Los hospedajes se arreglan en el invierno para que luzcan bien y estén en buenas condiciones para la demanda del verano. El comercio compra más productos en el invierno, pues las personas tendemos a comprar más bien en el periodo estival.

Y así cada emprendimiento debe identificar su estacionalidad, sus mejores y peores meses, etc, sólo con ese hallazgo podrás organizar tu negocio durante todo el año.

¿Habías escuchado hablar de este concepto? cuéntanos tu experiencia.