Todo lo que debes saber sobre los algoritmos
Lo primero que debemos entender sobre los algoritmos es que son la herramienta que usa el mundo digital para filtrar el contenido y entregar solo lo más relevante para nosotros los usuarios, en vez de publicaciones aleatorias.
Antes de que estos algoritmos controlaran las redes sociales, la mayoría mostraba los posteos en orden cronológico inverso, o sea, lo más nuevo primero y lo más antiguo al final. Es la configuración que la mayoría de nosotros aún tenemos en Twitter.
Hoy en día cada plataforma decide qué información nos muestra y cuándo lo hace. Por ejemplo, Facebook puede mostrarte las publicaciones de tus amigos y familiares más cercanos primero, porque esas son las cuentas con las que interactúas con más frecuencia.
Si has visto un video en YouTube y al final te ha recomendado otros nuevos, esos estarán alineados con el contenido que acabas de ver o las palabras claves que has usado en la barra de búsqueda.
Así es como el algoritmo sabe qué contenido debe mostrar más y cuál menos. El mejor ejemplo es un video que se hace viral: una vez que varias personas interactúan con el, la plataforma empieza a mostrarlo cada vez más, ayudándolo a que más personas lo vean, lo compartan y lo comenten.
Es, entonces, un gran desafío para los que generamos contenido en redes sociales el estar constantemente generando nuevas ideas y pautas que llamen la atención de los usuarios. Además, nada de esto es estático: los algoritmos están en constante evolución, intentando resolver los problemas y proporcionar la mejor experiencia de usuario posible. Y como resultado, debemos adaptarnos constantemente a ellos.
A veces se siente un poco siniestro, porque cada cosa que hacemos en Internet está siendo observada y analizada. ¿Comentaste esa foto? ¿Compraste algo por Internet? ¿Viste un video de YouTube? Toda esa información revela tu comportamiento, y por ende, qué cosas te interesan.
Sin embargo, esa misma data es la que luego nos servirá a llegar al público que realmente está buscando lo que nosotros tenemos para ofrecer. De otra forma, no sabríamos quién está viendo el contenido que generamos y en el que, además, invertimos en publicidad.
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