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La negociación está presente de diversas maneras en casi todos los aspectos de la vida, en las relaciones interpersonales, el trabajo, los negocios, por nombrar algunos.

La tarea de llegar a un acuerdo satisfactorio para cada una de las partes se vuelve muy importante, ya que en ocasiones puede haber mucho en juego. Si estás partiendo con un emprendimiento, una buena negociación inicial puede ayudarte mucho para comenzar en buen pie. Y si tu negocio tiene más tiempo, ya sabes que la negociar es parte del juego de cada día.

1. Prepárate bien: partiendo un emprendimiento o siendo propietaria de un negocio pequeño no tendrás áreas de compras o logística, por lo que serás tú misma quien haga la negociación. Primero que todo, debes sentirte bien física y mentalmente. Antes de negociar, trata de estar bien descansada y come algo nutritivo para no sentir hambre durante el proceso. Si tu reunión es en otro lugar, llega con tiempo para no tener la sensación de apuro. Ten claro tus objetivos y enfócate en ellos, manteniendo al margen las emociones. Así podrás aprovechar todas las oportunidades que la negociación ofrezca. 

2. Conoce tus fortalezas y debilidades: Saber dónde se está parado es muy importante al momento de negociar, por lo que debes conocer los puntos fuertes y débiles que tenga tu negocio y también los de tu contraparte. Si tu negocio es pequeño, hazte algunas preguntas que te ayudarán a definir metas y decidir tu siguiente movimiento en la negociación. Por ejemplo, ¿cuál es mi capacidad de crecimiento?, ¿cuáles son mis ventajas competitivas respecto de otros que hacen lo mismo que yo?, ¿Qué puedo ofrecer yo y qué no tengo?

3. Negocia pensando positivo: Todos queremos ganar en una negociación y, para ello, una estrategia es enfrentarla de manera constructiva. Comunica tu postura y luego escucha y entiende lo que tu contraparte quiere. La idea es conseguir un acuerdo con beneficios para ambas partes y eso ocurre, más allá de objetivos diferentes o posiciones contrarias, cuando se encuentran puntos en común donde todos ganan.

4. Aprende cuándo cerrar un trato: Negociar se parece a un juego de estrategia, donde debes tener claro tus objetivos y también tratar de anticiparte a la jugada del otro(a). Claro, tu contraparte estará pensando lo mismo. Por ello debes tener una idea de lo que quiere tu contraparte y, especialmente, lo que tú buscas obtener. Y desde ahí, buscar un punto en común que beneficie a ambas. A lo mejor no será el 100% que buscabas, pero lo importante es que funciona para todos.

​5. Perder es una posibilidad: En el punto anterior vimos que a veces es mejor llegar a un punto en común para terminar de buena manera una negociación. Pero a veces, es posible que no obtengas lo que esperabas y, en ese caso, es mejor buscar otra opción de negocio que hacer un mal acuerdo.

¡Nunca dejes de negociar!

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