¡Es posible! Cambia el rumbo en tu negocio
Crédito foto: Flickr.com (Creative Commons)
¿Puede una empresa de muebles convertirse en fabricante de instrumentos musicales? Claro que si. El inmovilismo es lo peor para un negocio que no funciona y si es necesario cambiar la actividad, conviene hacerlo rápido y sin que tiemble el pulso.
Si hay algo que distingue a los emprendedores en Chile es su alta flexibilidad y tolerancia al cambio. Los emprendedores se reconvierten, caen pero se vuelven a levantar, se equivocan y aprenden. La gran mayoría de los emprendimientos exitosos tuvieron una experiencia de fracaso anterior. Por ello, la necesidad de adaptarse y reinventarse.
Nada es inmutable y menos aún en el mundo de los negocios. No son pocas las emprendedoras que empezaron con un modelo económico y han triunfado con otro muy distinto.
Las razones del re-enfoque pueden ser variadas, desde el más básico de un error en el planteamiento inicial de la estrategia hasta un cambio de tendencia, entre otros.
Las motivaciones son realmente indiferentes. Lo relevante en este terreno es ser capaces de reconocer que el negocio ha dejado de funcionar y requiere un cambio de enfoque y que ese cambio debe hacerse de forma tajante y, sobre todo, sin aferrarse a viejos patrones.
En definitiva, hay que tener un espíritu abierto a la hora de lanzar un proyecto para ser capaces de redefinirlo en función de las circunstancias. Lo importante es ser capaces de identificar en qué momento tengo que dar ese paso de cambiar de planteamiento. Algunas señales muy claras puede ser cuando un cliente habitual ya no contrata como antes, cuando tus ventas bajan y no ocurre lo mismo con el sector de la competencia, etc. Lo primero que hay que hacer en estos casos es indagar para conocer el origen de estos cambios de comportamiento y una vez analizados tomar la determinación de transformarnos.
A la hora de re-enfocar tu negocio, hay que analizar bien en qué eres bueno y cómo puedes darle una vuelta de tuerca a tus conocimientos para entrar en otro mercado o para darle otra propuesta de valor a tus clientes de siempre.
En una reorientación es mejor no empezar a lo grande, sino con pequeñas tentativas que, a poco a poco, vayan adquiriendo entidad.
¿Ya pasaste por un cambio similar? Cuéntanos, tu experiencia.
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