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Según la encuesta de Microemprendimiento 2016, en los resultados correspondientes a género y edad, las mujeres entre 45 y 64 son las que más emprenden (26% entre 45-54 y 25% entre 55-64).

Estas cifras nos dicen que hay una intención de independizarse y así prolongar la vida laboral el tiempo que sea necesario o que se quiera.

Esto también sucede porque cuando tenemos más años, ciertas situaciones se dan por pasadas, nuestros hijos son más grandes, tienes más tiempo libre y quieres aprovecharlo generando un ingreso extra o bien capacitándote.

Una ventaja de emprender tardíamente es la experiencia con la que se cuenta, esto ayuda a la hora de tomar decisiones. Cuando tenemos más experiencia, meditamos mejor nuestras decisiones porque ya hemos cometido errores y hemos sabido como superarlos.

La experiencia bancaria también es un plus a la hora de emprender tardíamente, porque si necesitamos pedir un crédito o sacar algún producto, nuestros antecedentes nos juegan a favor y las opciones que tenemos son muchas más; siempre que hayamos tenido un buen comportamiento en nuestra vida.

Por otro lado está la esperanza de vida, que cada vez crece más, y se dice que en un futuro habrán muchos ancianos en el país, y quien dice que ellos no pueden ser uno de los grupos que ayuden a mover la economía de Chile.

Como dice la frase “Más vale tarde que nunca”, y esta parece ser la clave a la hora de emprender con avanzada edad. El no quedarte con las ganas de haber hecho algo que querías  y el seguir siendo útil hasta el último momento.

¿Qué opinas de emprender en la tercera edad?