Conoce la diferencia entre estrategia y planificación estratégica
Ante la pregunta qué es estrategia, la respuesta más común es que es un plan que lleva de la situación actual a una deseada. Pero esa no es la respuesta correcta y aquí te contamos por qué.
¿Qué es estrategia? La estrategia trata sobre la detección de posibilidades de futuro y la definición de dónde vas a jugar y cómo vas a ganar. Estos puntos clave no quedan explícitos en la planificación estratégica.
Entonces, ¿qué es el plan estratégico? Es más bien un detalle de las iniciativas o proyectos estratégicos que desarrollarás en el tiempo, especificando tiempos, responsables e inversiones a realizar. En otras palabras, es como una especie de carta Gantt de la implementación de tu estrategia.
La estrategia va antes del plan y muchas empresas y emprendedores se la saltan, sin antes definir dónde van a jugar y cómo van a ganar. La primera pregunta es fundamental, ya que define el ámbito donde vas a operar. Es decir, determina quién va a ser tu cliente, tu mercado y tu canal. Si no defines esto, la estrategia queda muy amplia, sin un foco claro de la arena donde vas a desempeñarte.
La segunda pregunta —cómo vas a jugar— es igual de trascendental que la primera. Y se refiere a explicitar tu propuesta de valor. Es decir, qué le vas a ofrecer a tu cliente que sea valorado por él y a la vez diferenciador de la competencia.
El objetivo de una estrategia no es eliminar el riesgo, sino que más bien aumentar la probabilidad de éxito. Por ello, nunca debes pensar en la estrategia como algo perfecto. La estrategia es una buena hipótesis acerca de lo que parece realista desarrollar, a la luz del análisis del contexto interno y externo que has realizado. Lo que toca es, al igual que el método científico, probar si esa hipótesis es verdadera o falsa.
¿Cómo implementar la estrategia?
La implementación de la estrategia debería iniciarse progresivamente, pero lo antes posible para ir viendo que pasa en el mercado. Incluso es recomendable ir testeando antes la lógica de tu proceso de reflexión estratégica, a través de testeos breves, simples y baratos que nos obliguen a contestar qué tendría que ser cierto para que la hipótesis fuera verdadera. Así puedes ir acotando el espectro de posibilidades hacia aquellos que hagan más sentido.
La estrategia tampoco debes entenderla como un documento extenso de 40 -50 páginas, que incluya todos los análisis habidos y por haber, con cuanta herramienta metodológica que hayas leído y con todas las proyecciones numéricas que puedas hacer. Por el contrario, nada impide que armes una estrategia de una página, en forma simple, clara y esquemática.
Finalmente, si estás totalmente conforme con tu estrategia, hay una alta probabilidad de que ésta no sea tan buena. Las estrategias no pueden ser perfectas. La perfección en el mundo de las estrategias es un estándar imposible, por su naturaleza. En el mejor de los casos una buena estrategia acota el riesgo de las opciones que estás barajando.
Fuente de información: www.propymechile.cl
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