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Poner en marcha nuestro negocio tiene mucho más componentes que sólo poner a la venta nuestro producto o servicio. A modo de ejemplo, si estoy vendiendo pan es probable que tenga muy claro cuál es el costo de la harina, levadura, huevos y pueda estimar cuánto gas gasto en la cocción, pero hay algo que olvidamos considerar que es el tiempo que nosotras invertimos en la preparación y el cuidado con que hacemos nuestro producto. Poder dimensionar en dinero este trabajo es clave a la hora de comercializar mi producto, porque mi pan es con seguridad distinto que el del supermercado y mucho mejor que el de la amasandería industrial.

Saber destacar ese valor agregado que tiene el producto hecho a mano  es clave y también lo es cuando por ejemplo compramos ropa la vendemos por catálogo porque nuevamente estamos invirtiendo tiempo en que luzca mejor y en facilitar la compra de nuestros clientes.

Son muchos los factores que hacen que un cliente compre o no un producto o servicio, y aquí te dejo algunos para que te orientes como emprendedora:

Experiencia de cliente: es una de las formas más potentes de añadir valor a la compra, se logra cuando la compra se transforma en una experiencia sensorial memorable, y digna de compartir.

Variedad de productos: la cantidad de opciones ofrecidas por tu negocio hará que el cliente viva una mejor experiencia, porque serán muchas las posibilidades de elección y esto potenciará el posicionamiento de tu emprendimiento en su mente. Pero también lo es exclusividad del producto, volviendo al caso del pan hay muchas panaderías, pero sólo una hecho por mi y con la preocupación que yo le entrego.

Ubicación: que tu negocio sea accesible o que tú como emprendedora seas capaz de llegar a diferentes lugares es una garantía para tu negocio. 

Factores higiénicos: si tienes un negocio físico (local), la limpieza, orden, tempratura y decoración deben ser agradables para la experiencia del cliente, debe sentirse cómodo.

Servicio post venta: una vez más tocamos este punto fundamental, que el cliente tenga un respaldo después de la compra potencia su preferencia y probablemente vuelva y te recomiende  en el futuro.

Garantías: ofrecer una garantía también habla de la confiabilidad de tus productos o servicios.

Facilidades de pago: mientras más opciones tengas de pago, más fácil será llegar a todos los clientes.

¿Qué otros factores han influido en tu emprendimiento?