Las emociones se han tomado el mundo del marketing, y en los últimos años hemos visto cómo las marcas han ido comprometiéndose con iniciativas sociales y de sustentabilidad; contando historias, generando vínculos, etc. Son marcas muy diferentes a las que vendían productos por catálogo: estas tienen que llegar a sus consumidores a través de una conexión emocional que les permita identificarse con ellas.