5 tips realistas antes de emprender
Fuente imagen: Pixabay.com
Cuando estás planificando un emprendimiento, son muchas los temas que pasan por tu cabeza, y antes de dar el gran paso para transformar una idea en un proyecto real, hay varias etapas que debes superar.
Lo importante es ser realistas y autocríticas, no “enamorarse” de la idea si no analizarla profundamente, aunque para nosotras nos suene perfecta.
En el caso de que tu emprendimiento surja fruto de una necesidad, de una urgencia, también es bueno tener la cabeza fría para identificar realmente qué es aquello en lo que somos mejores y qué puedo solucionar con mi emprendimiento.
Aquí te dejamos algunos consejos para que aterrices tu mente, antes de transformar tus ideas en un emprendimiento real:
- No empieces antes de tiempo: debes utilizar todo el tiempo que sea necesario en perfeccionar tu idea, para que la inversión que hagas sea en serio y rentable. Sabemos que la ansiedad te motiva a avanzar rápidamente, pero preocúpate de estar sobre suelo firme antes de comenzar.
- Aprende a modificar tus ideas: no tengas miedo de cambiar algunas cosas o cambiar por completo tu idea. Analizar y mejorar la idea para que sea efectiva es clave incluso en aquellos emprendimientos que puedes considerar muy sencillo. Por ejemplo, quizás la necesidad te lleve a vender comida ambulante, como un clásico completo, pero quizás incorporando un detalle diferente a alguno de sus ingredientes puedes mejorar esa experiencia y finalmente más que completos vendas distintos tipos de sandwich.
- Es normal que nos atemos a la primera idea, porque fue lo primero que se nos cruzó por la cabeza, lo que identificamos como nuestra tabla de salvación, pero siempre puede ser mejor.
- Estudia el rubro, analiza y diferénciate: antes de vender un producto o servicio, debes conocer todos los detalles de este, la competencia, la historia, los precios, etc. Analizar exhaustivamente todos los similares, para también evitar las fallas y/o falencias que estos tengan. Basándonos en la comparación, podemos mejorar nuestro producto o servicio, y satisfacer los puntos que los existentes actualmente no lo hacen. Incluso una buena idea es convertirte en cliente de tu futura competencia, para vivir de cerca la experiencia y así tener claro cómo mejorar.
- Innova, pero con precaución: siempre escuchamos que “hay público para todo” y esto es verdad, pero no significa que todo sea rentable. Preocúpate de innovar desde el punto de vista de la experiencia que ofreces, más que invertir dinero en ideas alocadas. La idea es que el público además de decir, que novedoso, debe decir lo quiero!. Innova, pero siempre supliendo una necesidad real.
- Lento pero seguro: no inviertas todo tu tiempo y/o dinero de una vez, anda probando el terreno y poco a poco comienza a aumentar la inversión. Así en caso de que falles, serán menores las pérdidas, pero si aciertas, tendrás más confianza a seguir y aún tendrás inversión para mejorar.
En conclusión, con trabajo, estudio, paciencia y perseverancia se transforma una idea en emprendimiento.
¿Y tú qué pasos das antes de un gran proyecto? Cuéntanos tu experiencia.
Agregar comentario