Portabilidad financiera: ¿cómo me beneficia?

Si bien hoy en día puedes cambiar de banco si así lo quieres, lo que hará la Ley de Portabilidad Financiera es hacernos más fácil este proceso. Y tal como pasó con la portabilidad móvil, esto traerá beneficios a los consumidores ya que aumentará la competencia entre los bancos para captar más clientes, reduciendo significativamente los costos y tiempo para los diferentes trámites, y finalmente, permitiéndonos acceder a mejores condiciones en servicios y productos financieros.
Para explicarte detalladamente en qué consiste esta ley, te dejamos las preguntas y respuestas de sus aspectos más relevantes:
¿Qué productos puedo portar?
Estarán incluidas las tarjetas de crédito y débito, líneas de crédito, cuentas corrientes, cuentas vista, créditos de consumo, créditos hipotecarios y créditos automotrices.
¿Qué pasos debo seguir para cambiarme de banco?
Lo primero que debes hacer es ingresar una solicitud al banco al que quieras cambiarte, donde sólo necesitarás tener a mano tu cédula de identidad. En la solicitud indica claramente los productos que quieres terminar con tu banco actual, y los que deseas contratar en el nuevo banco. Con este documento el banco nuevo te evaluará y podría pedirte algunos antecedentes más, para luego emitir una Oferta de Portabilidad.
Esa oferta tendrá una vigencia de 7 días, y durante este período de tiempo podrás comparar y evaluar todas las ofertas que te hagan los bancos, para que decidas cuál te conviene.
Una vez que aceptes la que más te conviene, entregarás un "Mandato de término" para que tu nuevo banco pague y termine con los productos que mantienes en tu banco de origen.
Este documento tiene una vigencia de 3 meses y faculta al nuevo banco para realizar todos los pagos, comunicaciones o requerimientos en tu nombre y representación.
Finalmente, se firman los contratos y luego de eso tu banco nuevo tiene un plazo de 6 días hábiles bancarios para pagar y solicitar el cierre de los productos en el banco de origen, terminando el proceso con una notificación.
¿En qué me tengo que fijar antes de negociar mi portabilidad?
1. En la Carga Anual Equivalente o más conocido como CAE, que es el costo anual de un crédito expresado en porcentaje, pero tomando en cuenta todos los gastos y costos. Conociendo el CAE podemos comparar quién ofrece el producto o crédito más barato, y tomar una mejor decisión (para identificar el banco más conveniente revisa el % del CAE que sea más bajo).
2. En el Costo total de mi crédito, más conocido como CTC, que nos permite saber cuánto terminaremos pagando por el crédito que estamos solicitando (o en este caso portando). El CTC toma en cuenta todos los gastos asociados, como el monto del préstamo, los intereses que se cobran y los seguros que se contraten, entre otros.
3. La cuota mensual a pagar, además de intereses y otros gastos asociados.
4. Los seguros asociados a mis productos o créditos que quieres portar. Por ejemplo: en el caso de un crédito hipotecario el banco se encarga de contratar seguros para anticiparse a situaciones como incendios, terremotos, enfermedades o cesantía. Con estos seguros el proveedor asume el riesgo de cubrir el crédito en caso que sucedan ciertas situaciones, a cambio del pago de una prima mensual.
¿Qué ventajas y ahorros significa poder acceder a la nueva Portabilidad Financiera?
Esta ley facilitará el refinanciamiento de todo tipo de crédito, permitiendo disminuir los costos de cada familia. Podrás acceder a servicios y productos en mejores condiciones crediticias, lo que te permitirá bajar la carga financiera mensual y disminuir el plazo.
Además, con la portabilidad disminuirán los trámites asociados y los valores totales. De acuerdo al sitio oficial del Gobierno, los costos para refinanciamientos de créditos hipotecarios disminuirán en 60%: “para un crédito de 1000 UF el costo actual de refinanciar es de $700.000; ese costo pasará a ser aproximadamente de $280.000, obteniendo un ahorro de más de $400.000”. En cuanto a los tiempos, señala: “se disminuyen en 40%, ahorrándose aproximadamente 30 días”.
Finalmente, la disminución de la carga financiera mensual para las empresas les permitiría disponer de mayor capital de trabajo para expandir la producción, impulsar el crecimiento económico y la creación de empleos.