El emprender con sentido

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Columna de María José Urrutia, Directora Academia de la Felicidad

Lo de Pablo Bosch, dueño de Bosch, es inspirador. Pablo está a la cabeza de una de las empresas chilenas más consolidadas de nuestro país y además, es fundador del centro de pensamiento, Majadas de Pirque. Desde su posición, nos alienta en decirnos en el encuentro anual de Sistema B, que el desafío más importante de las empresas es que cada persona de un equipo debe contar con un sentido y un propósito que lo motiven a trabajar en esa organización. Algo que puede sonar de perogrullo pero que es fundamental a la hora de hacer equipos.

 

Tuve la oportunidad de realizar algunas charlas a lo largo de Chile junto a mujeres emprendedoras y he conocido sus motivaciones para hacer surgir y levantar sus empresas. Como todo negocio que se precie de tal, buscamos que sea sustentable, misión que se ha vuelto cada vez más difícil, tanto por nuestro entorno como sociedad como las empresas que nos rodean. Ya no es tan simple vender un producto en el mercado. La calidad pasa a ser un estatus mínimo para cada negocio y lo que nos piden hoy los consumidores es mostrar un valor agregado sobre lo que estamos haciendo; y para eso las personas que están detrás de la producción de ese servicio o producto son fundamentales: tu producto es, básicamente, las personas que lo producen.

 

Todo emprendedor o trabajador de una empresa tiene el derecho a encontrarle un sentido a lo que está desarrollando. Esto no quita que el negocio no sea sustentable económicamente ya que desde esa base, desde el propósito, encontraremos el alimento para sobrellevar los desafíos que una empresa vive día a día. De esos momentos difíciles será el equipo, el emprendedor y sus clientes quienes podrán pensar cómo sobrellevarlos. El incentivo económico únicamente ya que no es una solución a largo plazo.

 

Mi invitación es darnos el regalo de reflexionar y buscar cómo hacemos que tu labor del día a día encuentre un sentido. Urgar en ese propósito que nos hará en el camino más felices, que hará que nuestros emprendimientos impacten positivamente a la sociedad, pero sobre todo, que nos vuelva a inyectar esa energía que necesitaremos día a día para superar las dificultades. 

Cuestionarnos esto no hará en ningún caso que el proyecto deje de buscar su rentabilidad. Al contrario,  le dará ese valor diferenciador hacia  la competencia, fidelización a tu equipo, una razón para seguir adelante como emprendedor y por qué no, un granito de arena al mundo. Nunca es tarde para preguntarnos si vivimos de lo que nos apasione, ¿Tú la vives?.

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