Independiente del producto o servicio que ofreces, hay un punto que debes considerar como clave para alcanzar el éxito de tu negocio, esto es la propuesta de valor.

Entender cuál es nuestra propuesta de valor, es ser capaces de identificar  qué nos diferencia de otros. Es una tarea que puede ser compleja porque muchas veces simplemente nos lanzamos a emprender sin ver los detalles o aspectos diferenciadores y propios de nuestro negocio.

Es importante sentarnos a reflexionar sobre todas las fortalezas de nuestro producto o servicio, incluso, nuestro producto podría ser igual a muchos otros, pero lo que marcará la diferencia por ejemplo, podría ser la forma en que atendemos, la rapidez, etc.

Considera esta pregunta como clave: ¿por qué comprarte a ti y no a otros?

Ahora, cuando hagas la propuesta de valor a tu cliente, piensa en: cuánto cuesta tu producto servicio, cuáles son los beneficios que aporta.

Si lo segundo supera a lo primero, entonces en la mente del consumidor se generará la percepción de que vale la pena lo que le ofreces, si sucede al revés, es decir, que el valor es superior a los beneficios que aporta, lo más probable es que no sienta que deba elegirte a ti.

Tu propuesta debe transmitir lo siguiente:

• Cómo tu empresa, producto o servicio resuelve el problema o necesidad de tu cliente.
• Qué beneficios debe esperar el cliente de tu servicio.
• Por qué este cliente debe elegirte a ti y no a tu competencia. ¿Cuál es tu valor diferencial?

Por ejemplo, si  vendes ropa y das facilidades de pago, haces envíos a todo Chile, tienes un sistema de pago en línea, estos 3 últimos serían tus diferenciadores, y por tanto, tu propuesta de valor. 

Al revés si sólo vendes ropa y no ofreces nada diferencial, te conviertes en otra comerciante sin nada que provoque que tus clientes regresen.

¿Has pensado en cuáles son los elementos que te diferencian del resto? ¿Cuáles son? Si no lo tienes, te invito a identificar o generar un elemento que haga que tus productos o servicios sean mejor que los otros.