¿Qué debo saber de la omnicanalidad?

La omnicanalidad llegó cuando Internet se volvió parte importante de las estrategias de marketing. No hace mucho las empresas notaron que los medios tradicionales (como la televisión y la radio) ya no eran suficientes y debían ampliarlas al territorio digital, combinando ambas para lograr mejores resultados.
Si bien cada plan es único para cada marca, hay tres tareas básicas que debieras considerar en el camino de la omnicanalidad:
1. Identificar quién es tu audiencia y cuáles son los canales que usa más frecuentemente, y desde qué dispositivos. ¿Dónde vendes más? Por ejemplo, si tus clientes son muy activos en Facebook podrías concentrar tus esfuerzos y recursos en ese canal.
2. Convertir cada “touchpoint” en una oportunidad de venta, es decir, que donde te vean puedan interactuar contigo para terminar comprando tu producto o servicio.
3. Integrar los canales offline y online de forma natural
Uno de los procesos más desafiantes de la omnicanalidad es que el mundo físico y el digital sean coherentes entre sí. Si tu marca tiene cierta estética o habla de cierta manera en las redes sociales, es muy importante que eso se traslade al mundo real.
Como ya lo hemos dicho en otros artículos, todo parte de conocer bien a nuestros potenciales clientes, para así poder ofrecerles la experiencia adecuada y fomentar la compra de nuestros productos y servicios.
El cliente tiene preferencias sobre cómo se quiere informar y a través de qué medio quiere comprar, y nosotras debemos esforzarnos por averiguarlo y facilitarle las cosas para que la acción de compra sea lo más fácil y clara posible para ellos.
Recuerda que no importa que tu público sea diferente en cada canal, ni que la forma de promocionar tu negocio o servicio sea distinta en cada medio; el mensaje que transmites debe ser claro y coherente en todas las plataformas.
Ahora, ojo. Mientras más canales tengas, más necesitarás estar más atenta a cada uno de ellos, por eso te recomendamos usar herramientas que te permitan responder en tiempo real las dudas o reclamos de tus clientes. ¡No des espacio para que se vayan a la competencia!
Finalmente, recuerda siempre medir tus resultados; sólo así sabrás si tu estrategia es o no la correcta y qué cosas debes mejorar. Para hacerlo, define espacios limitados de tiempo y cuáles serán las métricas que considerarás en cada análisis.
En definitiva, la omnicanalidad es la mejor opción para posicionar tu negocio, ya que el enfoque 360° te permitirá optimizar tu marca y así generar alcance, engagement y ventas.
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