Innovar para ser distinto al resto en nuestro emprendimiento
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Para poder tener algún elemento que nos diferencie en nuestro entorno, debemos realizar un estudio de mercado y ver cómo está nuestra competencia, para luego crear algo innovador que nos distinga.
Te detallaré varios puntos que pueden ayudarte a la hora de buscar diferenciarse del resto:
La tentación por el descuento. Ante lo difícil de la situación económica, muchos negocios dedicados a la venta de productos o servicios, caen en la tentación de entrar en una espiral de descuentos, de la que es difícil salir y que recorta dramáticamente el margen comercial, poniendo en peligro la viabilidad del negocio. Sé consciente, si quieres hacer descuentos, ten en cuenta las ganancias que perderás.
Hay ventas más allá del precio. Además del precio, hay una serie de elementos diferenciadores que rodean a la venta del producto o servicio, que son las que harán que comprar en un negocio sea más atractivo para el cliente que hacerlo en otro, teniendo éste la percepción de que ha obtenido más valor por su dinero.
Experiencia del cliente. Es una de las más potentes formas de añadir valor a la compra de un producto y se consigue cuando la compra de un producto o servicio se transforma en una experiencia sensorial memorable.
Ubicación. Que un negocio esté cerca de una estación de tren, del trabajo del cliente, del colegio de su hijo o en un sitio donde sea fácil y barato el estacionamiento, será una garantía de afluencia de clientes. Pocas promociones podrán compensar un largo desplazamiento o pagar mucho por estacionar.
Accesibilidad. Un local amplio, con mínimas barreras arquitectónicas, que permita disponer de un mínimo espacio íntimo, son factores cada vez más apreciados, muy especialmente por clientes que deben llevar un carrito de niño o una silla de ruedas.
Atención al cliente. De nada sirve un producto a muy buen precio si, tanto por exceso como por defecto, no cumple la función que el cliente espera de este. Por ello, la profesionalidad en el proceso de venta es un factor de gran valor: información adecuada y adaptada, asesoramiento orientado al cliente, proceso de cobro rápido, tiempos de espera razonables, por citar sólo unos ejemplos.
No olvides la higiene. Limpieza, orden, olor agradable, temperatura adecuada, uso razonable de la ambientación musical o luz suficiente deberían ser elementos de obligado cumplimiento en cualquier negocio pero, por desgracia, aún hay muchos que lo incumplen.
Servicio Post Venta. Tener la tranquilidad de saber que, si el producto lo necesita, el establecimiento se ocupará de gestionar la reparación y suministrar repuestos o consumibles es un aspecto muy valorado por el cliente.
Garantías. La garantía de satisfacción o una extensión del periodo de garantía pueden ser más valiosos para el cliente que un pequeño porcentaje de ahorro en el precio.
Facilidades de pago. Esto puede ser un poco más complejo de implementar sobre todo si comienzas un emprendimiento, pero hay
ocasiones en que puedes salir muy favorecida si aceptas otorgar ciertas facilidades de pago.
En muchos casos, la combinación de varios de estos factores consigue más ventas que una estrategia basada exclusivamente en descuentos o en la búsqueda del precio más bajo y, lo que es más importante, consigue mayor índice de fidelidad del cliente.
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