Durante los primeros días de este año se firmó la quinta versión del Acuerdo por la Electromovilidad mediante el cual empresas e instituciones nacionales, se comprometen a desarrollar en Chile la movilidad eléctrica. La electromovilidad es un camino sin retorno y la microempresa está llamada a incorporarla en sus procesos.

Cada vez con mayor frecuencia se observan más vehículos eléctricos circulando por la ciudad. Sin duda, los beneficios de esta tecnología hacen que progresivamente. La electrificación de los vehículos hace que el transporte sea más eficiente energéticamente, reduce las emisiones de gases de efecto invernadero y la dependencia del petróleo, y mejora la calidad del aire. Esto lo hace ser una opción innegable para emprendimientos que utilizan vehículos de distinta especie.

Los beneficios de la electromovilidad se maximizan cuando la electricidad es generada también con tecnologías de cero emisiones, como lo son las energías renovables. En Chile, la creciente participación de las energías renovables para la generación eléctrica del país, 20% y 12.915 GWh/año generados al 2019 (ver http://energiaabierta.cl), hace que un vehículo eléctrico actualmente emita hasta 3 veces menos GEI que uno a combustión equivalente. Es más, si la electricidad que utiliza un vehículo eléctrico proviene en su totalidad de generación con energías renovables, entonces ese vehículo eléctrico tendría un ciclo de funcionamiento cero emisiones.

La electromovilidad genera múltiples beneficios que se alinean a las políticas de desarrollo sustentable de nuestro país (ambiental, energético y económico), entre ellos destacamos 7 tipos de beneficios: Calidad del Aire, Cambio Climático, Contaminación Acústica, Eficiencia Energética, Gestión de Residuos, Diversificación Energética y Ciudades Inteligentes

Pero conozcamos de qué hablamos cuando nos referimos a los vehículos eléctricos, los que se dividen básicamente en tres tipos:

Híbridos (sin enchufe): Combina doble motorización, la principal – combustión, y la otra eléctrica. La batería se recarga cuando el vehículo reduce su velocidad.

Híbrido enchufable (Repóstalo y enchúfalo): Conocido por su sigla en inglés como PHEV (Plug-in Hybrid Electric Vehicle), almacenan electricidad en baterías y funcionar igual que un BEV. Además, tienen un motor de combustión interna para operar como cualquier vehículo convencional.

Eléctrico enchufable (Sin emisiones): Pueden ser clasificados en 3 tipos principales de tecnologías: eléctricos a batería, eléctricos híbridos enchufables (motor de combustión y motor eléctrico) y eléctricos con celdas de combustible de hidrógeno. En los tres casos se utiliza un motor eléctrico que proporciona movimiento al vehículo utilizando electricidad como fuente de energía. Sin embargo, una de las principales diferencias está en el origen de la electricidad que fluye hacia el motor para cada tecnología.

Uno de los actores relevantes del mercado nacional por su compromiso con apoyar programas de electromovilidad y potenciar la oferta de productos financieros para la adopción masiva de esta tecnología, principalmente pensando en las microempresas es BancoEstado, que a través de la llamada Oferta Verde financia vehículos eléctricos livianos de 2 a 4 ruedas, sean de carga o pasajeros y homologados por el Ministerio de Transportes, según el uso asignado.

Anímate a conocer más sobre esta tendencia que llegó para quedarse, puedes aportar al medioambiente y reducir los gastos de tu negocio.