¿Cómo ser una buena líder?

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Fuente imagen: Pixabay.com

Cuando estás al mando de una empresa, más que la jefa, debes transformarte en una líder, ser una persona cercana a tus trabajadores, estar atenta a sus necesidades, mantener un margen de respeto, sin llegar a la tiranía, para que ellos se sientan representados por ti.

Una buena líder genera un buen ambiente laboral, lo que se traduce en eficiencia, rendimiento y un crecimiento para la empresa. 

Para ser una buena líder ten en cuenta estos tips:

Escucha: conéctate con lo que tus trabajadores y clientes dicen sobre ti y tu marca. Así tendrás clara la percepción del público y será más fácil mejorar.

Reconoce: a todos nos gusta que nuestro trabajo sea reconocido, por eso hazles saber a tus empleados cuando tienen buenas ideas y prémialos por su buen desempeño.  

Sé tú misma: cuenta tu historia, tus anécdotas, obstáculos y logros de una manera honesta y compártela con tu equipo. Así tus colaboradores te conocerán y te verán como uno de ellos, más cercana. 

Comunícate: mantén una comunicación fluida con tus colaboradores, así cuando existan problemas ellos no sentirán temor de acercarse a ti. 

Planifica:  ponte objetivos, elige un curso a seguir y compártelo con el equipo, para que ellos se sientan parte del crecimiento de la empresa y tengan la oportunidad de aportar en estos objetivos.

Combate la ansiedad: transforma todos los problemas en una oportunidad, evita potenciar la negatividad.

Oriéntate a servir: Ponte en el lugar de tus colaboradores, preocúpate y ten actitud de servicio con ellos. Así romperás las barreras entre jefe y empleado, y potenciarás el buen ambiente.

Sé una contadora: motívalos a conseguir metas, cuenta lo que llevan, inspíralos a conseguir cosas. 

Sé empática: debes conocer a los que trabajan contigo, su edad, su familia, su profesión, etc., así será más fácil conectarte con ellos.

Relájate: la actitud que tomes, será la que tus empleados adopten, por eso transmíteles tranquilidad y seguridad, para que ellos hagan lo mismo. 

Piensa como externo: de vez en cuando mira tu negocio con los ojos de un extraño; así podrás encontrar fallos y oportunidades que normalmente estás omitiendo. 

¿Eras jefa de tu negocio? cumples con alguno de estos consejos.

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