Alta demanda, auto exigencia y sobre carga de trabajo en varios frentes aumentan las posibilidades de desarrollar un malestar en cuanto a salud mental.

Sin duda, las actividades que realizan a diario miles de emprendedores(as) son variadas, pero si sumamos los diferentes roles que muchas mujeres tienen, además de su negocio, significa gran esfuerzo físico y sobre todo mental para responder de acuerdo a las expectativas esperadas. Y es que la familia, la casa y el negocio son seguramente temas de igual importancia para ti, que requieren de tu atención y una buena salud mental para enfrentarlos con éxito.

Pero cuándo podría estar en riesgo este equilibrio, cómo detectarlo y qué hacer para prevenir afecciones, son temas que conversamos con Carla Núñez Matus, psicóloga con
un magister en psicología social y terapeuta Gestalt, quien nos comenta lo siguiente:

1. ¿Por qué es importante cuidar la salud mental y estar atentos(as) a cualquier señal de que algo podría estar afectándola?

La salud mental es tan importante como la salud física. Hay dolencias y enfermedades y una dolencia mal cuidada puede derivar en enfermedades más graves o crónicas. Así, un estado de tristeza permanente puede volverse una depresión, o bien, una sensación de ansiedad permanente puede volverse un cuadro clínico de cuidado. Los síntomas psicológicos son en general bastante silenciosos, y también tienen "mala fama". Muchas veces preferimos silenciarlos que ponerles oreja. Preferimos no hacerles mucho caso. Debemos aprender a escucharnos, porque nuestra salud está en riesgo cuando optamos por el silencio.

2. ¿Qué síntomas y en qué grado son motivos de alerta y consulta?

Los síntomas que puede usar nuestra mente para encender una alerta son muy variados, por lo tanto, dependerá mucho de cada personalidad cual botón se prenderá a la hora de poner las alertas. En cualquier caso, una alerta importante son los cambios y las incomodidades.
Por cambio me refiero a aquellas cosas que empezamos a sentir y que antes no sentíamos -antes ver una película me producía melancolía, ahora lloro sin parar. Antes salir a pasear a mis hijas me alegraba, ahora solo me causa cansancio, por ejemplo- y por incomodidad me refiero a que comienzo a sentir sensaciones que no me gustan -se me aprieta el pecho, me cuesta respirar, me siento muy cansada independiente de cuanto duerma-.

3. ¿La mujer emprendedora puede tener una mayor probabilidad de padecer alteraciones en su salud mental, dado el multi rol que tiene: casa, familia, emprendimiento?

Nuestra sociedad aún está al debe cuando hablamos de igualdad, eso lo sabemos bien las mujeres. A la participación laboral no le hemos restado la responsabilidad del cuidado de la familia y el hogar. Se valoran los avances, pero aceptemos que aún falta para lograr la equidad en esta carga. A esta doble responsabilidad se le conoce como triple jornada. No solo trabajamos en el espacio público sino que no hemos dejado de hacerlo en el privado.
La carga mental que significa pensar en que cosas de la "logística" del hogar hace falta cada día -comprar el pan, el gas, hacer la comida, revisar las colaciones, cambiar las sabanas y un largo etcétera- sigue estando mayoritariamente en manos de las mujeres.
Si a ello le sumamos la responsabilidad de un emprendimiento, las posibilidades de generar un malestar en la órbita de la salud mental es alta. Sobre todo por sobrecarga, alta demanda y auto exigencia.

4. ¿Qué tips o consejos podrías compartir para que las emprendedoras, en los distintos roles que desempeñan, puedan cuidad su salud mental?

Evalúa tus recursos, los que existen en tu entorno, en tus redes. Y en relación a ello evalúa:

• Posibilidades de apoyo
• Compartir responsabilidades
• Generar espacios de ocio
• Establecer horarios de trabajo y respetarlos

Tener un espacio diferenciado de hogar y trabajo, aun cuando solo sea una mesa dentro del espacio familiar