El cáncer de mama es el tipo de cáncer que produce más fallecimientos, en las mujeres, a nivel mundial (todos los años provoca casi medio millón de muertes).

Pese a lo desalentador de esta realidad, la buena noticia es que esta situación se puede cambiar, gracias a los exámenes preventivos (mamografías), a partir de los 40 años, para todas las mujeres que no tienen carga genética (antecedentes familiares de cáncer) y desde antes, en aquellas que tienen algún familiar que ha sufrido esta patología.

Si bien, los síntomas pueden variar, entre mujer a mujer, éstos pueden incluir:

Bulto o masa extraña en la mama y/o axila.

Cambios de tamaño y/o forma de la mama.

Cambios en textura de la piel (piel de naranja).

Cambios de color (enrojecimiento de la piel).

Cambios en el pezón (retracción) o salida de secreción por el mismo.

Cambio en la dirección del pezón.

Retracción de zona de la piel de la mama y/o del pezón.

Si tienes alguno de estos síntomas, no significa necesariamente que padezcas esta enfermedad, pero si notas uno o más de ellos, durante 2 semanas, consulta a tu médico.